Cáncer Infantil

Esta enfermedad es resultado de la interacción de factores genéticos y externos (físicos y químicos), que produce la degeneración de las células, originando lesiones precancerosas y finalmente tumores malignos, que inicialmente se localizan en algún órgano o tejido (in situ) y al no ser tratados oportunamente pueden diseminarse a otros órganos (metástasis).

En México durante 2011, de cada 100 personas menores de 20 años con tumores malignos, 59 lo tienen en los órganos hemotopoyéticos, siento principalmente por leucemia.

La tasa de letalidad hospitalria más alta en la población menor de 20 años en 2011, se observa entre jóvenes de 15 a 19 años (5.1 de cada 100 hombres y 5.7 de cada 100 mujeres).

La percepción de la población ante un diagnóstico de cáncer es la de una muerte inminente; sin embargo, los nuevos tratamientos permiten la sobrevivencia con la ayuda de médicos especialistas como oncólogos, algólogos (especialistas en el tratamiento del dolor), psicooncólogos y rehabilitadores.

Todos los años, la Confederación Internacional de Organizaciones de Padres de Niños con Cáncer (ICCCPO), dedica este día 15 de febrero, para sensibilizar a la población sobre los alcances de esta enfermedad, la necesidad de su detección y su impacto en la población mexicana y en todo el mundo sobre los problemas que nos afecta.

En nuestro Estado de Guerrero la detección temprana, abre una línea inequivoca entre la vida y la muerte de algunos niños y adolescentes. El camino que recorremos los afectados suele ir desde la Atención Primaria en su Centro de Salud, pasando por Hospitales Generales, hasta llegar al Instituto Estatal de Cancerología “Dr. Arturo Beltrán Ortega”.

Necesitamos que el diagnóstico de la enfermedad se realice lo antes posible porque el tiempo importa.

Necesitamos que el diagnóstico  y tratamiento del cáncer infantil se realice en un hospital con un equipo Integrado con especialistas en Oncología Pediátrica, que cuente con los medios técnicos y humanos necesarios y con la suficiente experiencia en el diagnóstico y tratamiento de una enfermedad que afortunadamente no es tan común. Nuestra supervivencia depende de hechos tan fundamentales como éste.

Necesitamos por tanto, informar cuáles son estos hospitales de referencia para que todos los pacientes, niños y adolescentes, sean derivados a ellos y sea cual sea su lugar de procedencia tengan las mismos oportunidades de ser atendidos y curarse.

Hoy en día, 8 de cada 10 niños con cáncer pueden curarse si son tratados en Unidades de Referencia especializadas en cáncer infantil.

El diagnóstico temprano puede marcar la diferencia en los resultados y en los efectos secundarios a largo plazo. Determinados problemas de salud pueden ser síntomas de una enfermedad maligna y deben ser detectados.