Guerrero: Origen y Destino

Guerrero es origen y destino. El sur ofrendó a México, generoso, los sentimientos de la Nación de Morelos y el constituyente de Chilpancingo. En Iguala surge emblemática, la bandera nacional fruto de una concertación por la independencia.

Guerrero es una ofrenda: una canasta de bienes, de satisfactores. Puerta y destino, amate y plata, pozole, chalupas, mezcal, jumiles, queso de cincho, azaderas y cecinas, trinchas, sombreros.

Guerrero es el pacífico cálido de sus aguas y sus arenas; las aventuras navegables en sus lagunas, en el Balsas y en el Papagayo. Cómo concebir la felicidad, el deleite y el amor, el descanso, sin Acapulco, sin Taxco, sin Ixtapa – Zihuatanejo; sin las maravillas y prodigios de sus regiones: La Costa Grande, la Costa Chica, Tierra Caliente, el Norte, la Montaña y el Centro, sin sus exploradas selvas y lagunas.

Guerrero es océano; pesca y mariscos. Las grutas son atractivos naturales que nos legan testimonios de origen. Guerrero tributa recursos naturales, electricidad y trabajo. Oro y plata, minerales, mármoles y cementos.

Desde el sur, México y el mundo se abastecen de maderas; de coco y productos de la copra; de okra, melón, sandía, miel, café, tamarindo, limón. Jamaica, los mangos y sus papayas exuberantes, ajonjolí. Infinidad de productos deleitan la vida de propios y extranjeros.