Río Balsas

Este río está considerado como uno de los más significativos en la vertiente del Pacífico. Son fundamentales los estudios que ha arrojado su biodiversidad, desde la fuente primigenia hasta la desembocadura.

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Es una de las corrientes de agua más notables de la República Mexicana y el río más importante de nuestro estado por su extensión y su caudal de aguas permanentes. El Balsas está formado por la unión de las corrientes de tres ríos principales: el Atoyac, el Mixteco y el Tlapaneco. El Atoyac nace en la Sierra Nevada de los estados de Tlaxcala y Puebla, por la unión de los ríos de San Martín y Zahuapan; el Mixteco se une al Atoyac en Oaxaca en las proximidades de San Juan del Río, y el Tlapaneco, que se origina en la montañas limítrofes de Oaxaca con Guerrero, desemboca –después de pasar por Tlapa y Huamuxtitlán– sobre la margen izquierda de la corriente constituida por el Atoyac y el Mixteco, todavía en territorio poblano, y forman, los tres el llamado río Grande, cuyo caudal penetra a territorio guerrerense por el municipio de Copalillo, junto a la población de Papalutla.

De ese lugar toma el nombre de río de Papalutla, designación que cambia en el municipio de Atenango del Río, donde se le une la corriente del río Amacuzac, que viene de Morelos y asume el nombre de río de Oztutla porque pasa junto a la población llamada San Francisco Oztutla, perteneciente al municipio mencionado. Este río, al llegar a las poblaciones indígenas  ribereñas de origen náhuatl llamadas San Juan Totolzintla, San Francisco Ozomatlán, San Miguel Tecuiciapan, San Agustín Oapan, San Marcos Oacazingo, San Juan Tetelcingo, Mezcala y otras, que pertenecen a los municipios de Huitzuco de los Figueroa, Tepecoacuilco de Trujano, Mártir de Cuilapan y Eduardo Neri, es cruzado por dos puentes: el llamado Solidaridad, construido en 1993 y que da paso a la autopista del sol, y el llamado Mezcala, construido en 1931 y que permite el paso vehicular sobre la carretera federal México–Acapulco.

En todo este tramo el río asume el nombre de Mezcala y luego toma el nombre de río Balsas o río de Las Balsas –con el que es conocido internacionalmente– a partir del pueblo de Balsas (ahora Nuevo Balsas), del municipio de Cocula, ubicado pocos kilómetros río abajo del pueblo de Mezcala. En Balsas, que era la población hasta donde llegaba la vía del ferrocarril proveniente del D. F., fue construido en 1900 –por una compañía francesa– un bello puente metálico para que el tren cruzara el río rumbo a la costa; este puente era el de mayor antigüedad entre los que existen en el transcurso del río; sin embargo, éste, al no continuar el tendido de las vías férreas, nunca se ocupó para los fines que originaron su construcción y lamentablemente quedó sumergido en la presa del Caracol, junto con el viejo pueblo de Balsas.

De Nuevo Balsas el río continúa por el municipio de Apaxtla, donde se encuentra la presa hidroeléctrica denominada Ingeniero Carlos Ramírez Ulloa, construida en la década de los 80 y mejor conocida como El Caracol, por la configuración que hace el río en ese punto, ubicado a 65 km río abajo de la población de Mezcala.

Imagen102-426x320Después, el río Balsas sigue su curso y pasa por la población de Tetela del Río, del municipio de Heliodoro Castillo, y de ahí se dirige a los municipios de
San Miguel Totolapan (donde existe otro puente construido en 1994 y que lleva el nombre de Luis Donaldo Colosio), Tlapehuala, Ajuchitlán del Progreso, Coyuca de Catalán (donde hay un gran puente más, construido en 1952), Pungarabato, Zirándaro (con el puente de instalación más reciente, pues fue inaugurado en 2007), Coahuayutla y La Unión.

A partir de Ciudad Altamirano –la cabecera municipal de Pungarabato–, el curso del río Balsas sirve de límite territorial entre Guerrero y Michoacán desde 1906, año en el cual Porfirio Díaz Mori dispuso esta medida ante los problemas limítrofes entre ambas entidades.

Otra gran presa hidroeléctrica sobre el río Balsas, llamada Adolfo López Mateos, pero mejor conocida como El Infiernillo, está ubicada en el municipio de Coahuayutla, en los límites de Guerrero con  Michoacán, aproximadamente a 70 km de su desembocadura en el océano Pacífico. Fue construida por la CFE durante los años de 1961 a 1963 con la finalidad de aprovechar sus aguas en generación eléctrica y control de avenidas, pues para esto último tiene una cortina de 148.50 m de altura. Cuenta con un embalse de 120 kilómetros de longitud y ocupa una superficie 40 000 hectáreas. Más abajo, a 55 km de El Infiernillo y a 13 km de la desembocadura del Balsas en el océano Pacífico se encuentra otra presa  hidroeléctrica llamada José Ma. Morelos, conocida popularmente como La Villita. Fue financiada por la SARH y ejecutada por la Comisión de Balsas entre 1964 y 1968; el lugar donde se construyó la cortina sirve como límite a los estados de Michoacán y Guerrero, quedando en la margen izquierda el municipio guerrerense de La Unión de Isidoro Montes de Oca y en la derecha el municipio michoacano Melchor Ocampo.

Finalmente, el río Balsas desemboca en el océano Pacífico, con el nombre de río Zacatula, denominación que toma de la población del municipio de La Unión de Isidoro Montes de Oca, por la cual pasa a un costado, poco antes de llegar al mar. Este río desemboca en el Pacífico, dividido en dos brazos o corrientes que forman un bello delta o triángulo –creado por el sedimento de los materiales erosionados y arrastrados por las aguas del río en su avance– que encierra las fértiles tierras de aluvión conocidas con el nombre de Islas de la Palma y de Tecualtenango, plenas de cocoteros y diversos árboles frutales, así como sembradíos de maíz, frijol, tabaco y otros productos agrícolas.

Imagen114-480x239A partir de su nacimiento montañoso en el centro del país, hasta su salida en el océano Pacífico, este gran río tiene una longitud aproximada de 800 km y una anchura de 150 a 200 m, con un escurrimiento medio anual de 15 000 millones de metros cúbicos. De esta extensión, corresponden a Guerrero 522 km. Se le calcula una antigüedad de 150 millones de años. Los afluentes principales del río Balsas en el estado de Guerrero son, por la margen derecha, el río Nexapa, el Amazucac, el Cutzamala, el de Poliutla, el de Tacámbaro y el de Tepacaltepec; por la izquierda, el de Ajuchitlán y el del Oro. Debe mencionarse además que el Balsas también recibe aguas de varios manantiales o ríos subterráneos que al llegar a su cauce brotan en forma de corriente o borbollón; ejemplo de éstos son el que se encuentra a la altura del poblado de Papalutla, o la pequeña corriente de agua dulce que sale de una gruta llamada Apantipan –ubicada a siete kilómetros arriba de Mezcala–, o bien los borbollones de agua salada que existían cerca de Atzcala, y que ahora ya no se ven, por haber quedado cubiertos con el embalse de la presa El Caracol.

Ante la inexistencia de carreteras o vías de ferrocarril en esta zona, desde el Siglo XIX hubo la inquietud permanente de usar la corriente del Balsas como vía de navegación para transportar personas y carga en botes de diverso calado; sin embargo, las diversas exploraciones llevadas a cabo con el fin de valorar la posibilidad de viajar por su corriente concluyeron que era innavegable en su mayor parte, por la fuerza de su corriente en muchas zonas, por la presencia de grandes picos rocosos en el fondo de su cauce en algunos sitios y porque en una gran extensión de su recorrido la corriente va entre grandes acantilados cortados a tajo, situaciones que lo hacían muy peligroso para la navegación; de hecho, el río sólo es navegable a partir del pueblo de Balsas hacia las regiones de la Tierra Caliente de Guerrero, Michoacán y el  estado de México.

A partir del inicio del Siglo XX –antes de que hubiese carreteras o puentes sobre el río– los habitantes de estas regiones se transportaban río abajo en pequeños barcos llamados balsas; viajaban del poblado de Balsas –adonde llegaban de la Ciudad de México en ferrocarril– hasta Coyuca de Catalán. En aquella época la fauna era variada y muy abundante; por ejemplo, era fácil la pesca de bagre, de trucha, de robalo, de mojarra y camarón real (éste último, un platillo muy especial para los ribereños); por otro lado, las colonias de caimanes o lagartos y de nutrias eran muy comunes en el curso de la corriente. Esta situación ha variado notablemente con el tiempo.

De hecho hasta épocas recientes el río Balsas era considerado una fuente de riqueza por las abundantes variedades de peces, aves acuáticas y fauna en general que poblaban su corriente y los alrededores de ella; sin embargo, en la actualidad sus aguas presentan una terrible contaminación y sus riberas se encuentran deforestadas, debido a los factores siguientes:

  • Falta de observancia a las normas, leyes y reglamentos para el uso del agua y del suelo, de los empresarios con industrias que vierten sus desechos en la corriente de ese río o sus afluentes sin el tratamiento necesario de los residuos por falta de instalaciones o mecanismos para su limpieza. Entre estas industrias se encuentran la azucarera, la textil, la minera, la curtiduría, la química, la petrolera, la de celulosa y papel, la del hierro y la del acero, la alimenticia y la agropecuaria, por mencionar algunas.
  • La pobreza y la escasa cultura ecológica de la gente que vive en poblaciones ribereñas provoca la carencia de instalaciones sanitarias adecuadas y la descarga de sus desechos orgánicos al río sin los tratamientos de limpieza necesarios.
  • La pérdida de bosques y su capa vegetal, por la tala inmoderada, ha causado cambios climáticos, disminución de lluvias y, por ende, adelgazamiento de la corriente. Los daños descritos han provocado un grave deterioro del medio ambiente con alteración de los ecosistemas de la cuenca hidrográfica del Balsas que, a su vez, han afectado notablemente la fauna y la flora de la corriente y sus alrededores. (*Area de superficie terrestre en la cual se captan las aguas de lluvias que escurren a través de ríos y arroyos hacia una corriente principal para desembocar en el mar o en un cuerpo de agua interior. Una cuenca –unidad básica para la gestión de  recursos hídricos– puede estar integrada por una o varias subcuencas, y sus límites, en general, son distintos a la división política de los estados o municipios). Estudios recientes elaborados por la Comisión Nacional del Agua han concluido que las pocas especies de peces que han resistido este medio envenenado e infecto se encuentran con bioconcentraciones de metales y plaguicidas tóxicos cuyos niveles son dañinos para el humano que los consume.

Imagen132-430x320También se observó que a pesar de que hay un acelerado aumento demográfico en las poblaciones relacionadas con el Balsas o sus afluentes –que causa una creciente competencia entre los usuarios del agua– existe una baja cobertura de servicios de agua potable, un mal saneamiento de su entorno, una baja productividad agrícola, e ineficiencia en el uso del agua del río en los servicios comunitarios.

Todo lo mencionado causa gran preocupación en las autoridades federales y estatales, mismas que mediante programas específicos intentan rescatar esta cuenca con la participación de industriales, población en general y los ayuntamientos correspondientes, con la finalidad de que disminuya la contaminación y se norme y se vigile la utilización y el aprovechamiento racional del agua en los servicios públicos de la población y en la agricultura. Para ello –con el antecedente de la Comisión del Río Balsas, instalada en 1960– se fundó en la última década del Siglo XX la Cuenca del Río Balsas, dependiente de la Comisión Nacional del Agua, con la cual se están llevando a cabo las medidas siguientes:

  • Legislar y regular el uso y aprovechamiento del agua.
  • Armonizar el uso, aprovechamiento y administración de todos los recursos naturales, como son el suelo, el agua, la flora y la fauna.
  • Intervenir en la conservación del agua y del medio acuático.
  • Fomentar el cuidado y el saneamiento del agua, y el establecimiento de mecanismos para la vigilancia y el control de calidad del vital líquido.
  • Promocionar el orden, la regulación, la distribución y el aprovechamiento de la explotación de sus aguas, en la agricultura y en los servicios públicos.
  • Determinar y satisfacer las necesidades de agua en la población, en cantidad y calidad apropiadas, y de las demandas derivadas de los procesos productivos.
  • Construir, mantener y operar obras hidráulicas, administrando los servicios asociados a ellas.
  • Crear distritos y unidades de riego, manteniéndolos en operación bajo una administración adecuada.
  • Efectuar la medición de las variables del ciclo hidrológico y el conocimiento de sus características determinantes y consecuencias.

El río Balsas está dentro de la región que se conoce como Mesa del Sur, Depresión Austral o del Balsas. Forma una cuenca que lleva el mismo nombre. La Cuenca del río Balsas comprende la Región Hidrológica 18, ubicada entre los meridianos 97º 30’ y 103º 15’ de longitud oeste y los paralelos 17º 20’ y 20º de latitud norte. Colinda al norte con la Cordillera Neovolcánica; al oriente, con la Sierra Mixteca; al sur, con la Sierra Madre del Sur, y al poniente con una cadena de cerros que une la Sierra Madre del Sur con la Cordillera Volcánica. Tiene una precipitación media anual de 978 milímetros: 1050 en las partes altas y 810 en la central.

Desde sus orígenes en las serranías de Tlaxco, estado de Tlaxcala, hasta su desembocadura en el mar, en Michoacán, la cuenca o depresión hidrográfica del Balsas se divide en tres zonas que, a su vez, se subdividen en varias regiones o subcuencas cada una de ellas:

I. Alto Balsas, con cinco regiones hidrológicas.

A. Región del Atoyac. Es una pequeña cuenca formada por este río. Se divide en Cuenca Alta y Baja del Atoyac. En la parte alta se encuentran las ciudades de Puebla y Tlaxcala, que han logrado mayor desarrollo industrial, sobre todo en textiles. Comprende los distritos de riego de Valsequillo y de Zahuapan, y una rica cuenca lechera. Es zona densamente poblada.

La parte baja del río Atoyac es de menor potencial físico y desarrollo económico. Tiene zonas calcáreas con suelos delgados y pobres donde la población vive en condiciones precarias. No cuenta con sistemas de riego.

B. Región del Mixteco. Considera la cuenca del río Acatlán, que abarca el sur del estado de Puebla y la Mixteca Alta de Oaxaca. Zona montañosa y muy poblada, de escasa comunicación, insalubre y pocos medios educativos. Los grupos étnicos predominantes carecen de impulsos socioeconómicos. Cuenta con valiosos recursos forestales y mineros que bien explotados darían excelentes perspectivas de desarrollo.

 

C. Región del Tlapaneco. Con semejanzas casi idénticas a la Mixteca, es superada en medios de comunicación. En Guerrero, la cuenca del Tlapaneco se conoce como región de la Montaña. Densamente poblada por grupos indígenas marginados de la actividad socioeconómica. Cuenta con pequeñas zonas agrícolas, recursos maderables y mineros susceptibles de explotación.

 

D. Región del Nexapa. Cuenta con centros productivos de importancia: Izúcar de Matamoros y Atlixco, con vías de comunicación terrestre pavimentadas, y ferrocarril, que la unen a Puebla y Morelos. Pasa por esta región la Carretera Panamericana. Cuenta con la producción textil de Atlixco y el sistema de riego de Tepeojuma y Atencingo, donde sobresale la producción de su ingenio azucarero. Las precipitaciones pluviales que sobre este lado caen en el Popocatépetl e Iztaccíhuatl forman el río Amatzinac, que dota de aguas suficientes para la producción frutícola propia de la región.

E. Región del Amacuzac. Abarca casi la totalidad del estado de Morelos, el sureste del estado de México y una parte de Guerrero. Incluye las ciudades de Cuernavaca y Cuautla. La distribución adecuada de sus aguas ha dado impulso a la agricultura, sobresaliendo la caña y el arroz. Centro laboral importante es el Ingenio Emiliano Zapata, en Zacatepec. Abarca la zona de Ixtapan de la Sal, Tenancingo, Coatepec Harinas y Almoloya de Alquisiras, donde la agricultura y la fruticultura han ido en avance.

II. Medio Balsas, con dos regiones hidrológicas.

A. Región de Mezcala. En esta zona se localizan las cuencas de los ríos Atzacualoya, Tepecoacuilco, Iguala y Teloloapan. Se desarrollaron en forma acelerada Iguala y Tepecoacuilco debido a sus conexiones con la carretera México–Acapulco y el ferrocarril México– Balsas, que acaba de ser suprimido pero que muchos beneficios aportó con su servicio. Se cuenta con los distritos de riego de la laguna de Tuxpan, los valles de Huitzuco, Tepecoacuilco y Cocula. La parte sur sufre de marcadas necesidades socioeconómicas.

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A. Región de Tierra Caliente. Aquí se localizan las cuencas de los ríos Poliutla o de La Montaña, Cutzamala, Truchas, Amuco, Cuirio y del Oro, que son afluentes del Balsas, y aportan sus aguas a vastas zonas irrigables. Se cuenta con la presa La Calera, en el río del Oro, con capacidad para regar 100 000 hectáreas. El río del Oro se considera dentro del grupo de los ríos jóvenes que se precipitan con rapidez por las cañadas y zonas agrestes arrastrando toda clase de sedimentos. La presa de La Calera se halla azolvada y en breve estará inutilizada si no se toman las medidas correspondientes.

Esta región cuenta con superficies agrícolas susceptibles de riego, minerales y terrenos que se aprovechan para la ganadería. La explotación de madera se ha hecho sin recuperación; existen zonas muy taladas en la Cuenca Alta del Cutzamala y en la Sierra Madre del Sur. Se han aprovechado las aguas del río Tilóstoc para generar energía eléctrica. Sobre el Cutzamala se encuentra la presa de distribución de Ixtapilla y la presa de El Gallo. Estas derivaciones benefician a Michoacán tanto como a Guerrero. En el municipio de Coyuca de Catalán se encuentra la presa derivadora de Amuco de la Reforma.

III. Bajo Balsas, con cuatro regiones hidrológicas.

A. Región de Tacámbaro. Localidad de Michoacán, de relieve quebrado y medianamente poblada. Se une a la red nacional de caminos por la carretera Pátzcuaro–Tacámbaro. Cuenta con el ingenio azucarero de Pedernales y Puruarán.

B. Región del Cupatitzio. Es el más importante afluente del Tepalcatepec. Se aprovechan varios escurrimientos para sistema hidroeléctrico que benefician a Uruapan. Cuenta con la presa del Cóbano para irrigación de Nueva Italia y los llanos de Antúnez (distrito de riego de Cupatitzio) con aguas del río Cajones. Este sistema, junto con el distrito de riego del río Tepalcatepec, forman la zona más extensa con obras para riego de la cuenca del Balsas. Se beneficia con la carretera Uruapan–Apatzingán.

C. Región del Tepalcatepec. Se ha favorecido por la intervención del Gobierno federal al desarrollar programas conjuntos con la de Cupatitzio. En esta zona agrícola se cosechan productos de exportación y genera materia prima para la industria. Tiene producción ganadera importante. Cuenta con recursos aprovechables de maderas y minería. Sus servicios públicos cubren las necesidades de la zona. Se han ampliado considerablemente las zonas de riego y se cuenta con la construcción de tres plantas hidroeléctricas con capacidad total de 150 000 kw.

Imagen1.png-221x320D. Región de la Costa. Inmediata a la desembocadura del río Balsas en el Pacífico. Cuenta con terrenos irrigables. Puede aprovecharse la generación de
energía con aguas del Balsas. Existen yacimientos de fierro con capacidad de elevar la actividad industrial. Se puede aumentar la producción y explotación de coco, mejorando las carreteras que la comunican a la red nacional por Zihuatanejo–Uruapan y Zihuatanejo–Cd.  Altamirano–Toluca. Esta cuenca hidrográfica comprende territorialmente parte de las entidades federativas de Guerrero, Jalisco, México, Michoacán, Oaxaca, Puebla, Tlaxcala, la totalidad de Morelos y una pequeña porción de Veracruz y del Distrito Federal. La población asentada en esta región es de más de 10 300 000 habitantes. Tiene una superficie total de 112 305 km2, de la cual al estado de Guerrero le corresponden 35 829 km2, cifra que representa el 32% de toda la cuenca; el porcentaje territorial restante lo ocupan los estados mencionados. En Guerrero, abarca el 57% de la superficie territorial estatal y se extiende hacia el centro y norte de la entidad, situación que incluye la existencia de seis subcuencas: la del Balsas/Tlapaneco, la del Balsas/Amacuzac, la del Balsas/Mezcala, la del Balsas/Cutzamala, la del Balsas/Zirándaro y la del Balsas/Infiernillo, que abarcan 47 de los municipios que conforman su división política, los cuales se mencionan a continuación, por región a la que pertenecen:

  • La Montaña: Olinalá, Xochihuehuetlán, Huamuxtitlán, Cualac, Alpoyeca, Tlalixtaquilla de Maldonado y Tlapa de Comonfort.
  • Norte: Apaxtla, Atenango del Río, Buenavista de Cuéllar, Cocula, Copalillo, Cuetzala del Progreso, General Canuto A. Neri, Huitzuco de los Figueroa, Iguala de la Independencia, Ixcateopan de Cuauhtémoc, Pedro Ascencio Alquisiras, Pilcaya, Taxco de Alarcón, Teloloapan, Tepecoacuilco de Trujano y Tetipac.
  • Centro: General Heliodoro Castillo, Eduardo Neri, Leonardo Bravo, Tixtla de Guerrero, Mártir de Cuilapan, Zitlala, Ahuacuotzingo, José Joaquín de Herrera, Chilapa de Álvarez, Chilpancingo de los Bravo, Juan R. Escudero, Mochitlán y Quechultenango.
  • Tierra Caliente: Ajuchitlán del Progreso, Arcelia, Coyuca de Catalán, Cutzamala de Pinzón, Pungarabato, San Miguel Totolapan, Tlalchapa, Tlapehuala y Zirándaro.
  • Costa Grande: Coahuayutla de José Ma. Izazaga y La Unión de Isidoro Montes de Oca.

Imagen115-426x320La población guerrerense de las áreas municipales por donde pasa este río con sus afluentes y forman las subcuencas mencionadas –y cuya vida económica se ve de alguna manera influida por sus aguas– es de 1 347 219 habitantes, cifra que corresponde al 43% de la población de nuestra entidad. Las vivencias desprendidas del contacto con el Balsas han sido fuente de inspiración para poetas y compositores locales que enriquecieron la literatura y la música guerrerense con múltiples obras dedicadas a la corriente de este majestuoso río.